Las obras que se realizaban en la Carrera de San Jerónimo y Plaza de las Cortes ya están casi terminadas, a falta de unos pequeños remates, el resultado es, desolación.

Como se puede ver en las fotos, han quitado los arbolillos que había en la acera y éstas se han ampliado considerablemente. El pavimento también ha sido cambiado por granito, un material que le pierde a nuestro alcalde. Lo bueno de este tipo de piedra es que no escurre cuando llueve y es muy sufrido.

En el parque que hay frente al Congreso de los Diputados también se han realizado grandes cambios, entre ellos, la nueva ubicación de la estatua de Cervantes y la desaparición total de los espacios ajardinados que antes estaban cubiertos de césped y algunas florecillas. Todo ello ha desaparecido y en su lugar hay... ¡grandes losas de granito! y unos alcorques, también de granito, que sirven de bancos a los turistas que pasan por ahí.

No sé si debido a las obras o alguna ocurrencia, vete tú a saber, también han prohibido hacer fotos a la fachada del Congreso y pisar la escalinata. Esta mañana mientras estaba haciendo estas fotos, un policía, con un gesto como de arrear cabras, me ha dicho que allí no podía estar, así que, obediente, me he marchado, ya que no es recomendable discutir con un uniformado y mucho menos con aquellos que les ponen un uniforme y se creen el sheriff del condado.

Imagino que los motivos de no poder hacer fotos es por temas de seguridad, por eso Madrid es la ciudad más segura del mundo. He hecho fotos en cualquier sitio de Londres, París o Nueva York y ningún policía me dijo nada, al contrario, incluso en N.Y. posan y sonríen, pero claro, ya se sabe que ciudades en las que los policías son amables con los ciudadanos y dejan hacer fotos, no son ciudades seguras.
Así que ya sabes, si pasas por el Congreso de los Diputados mucho ojo con hacer fotos o subir la escalinata porque un policía de muy malos modos te dirá que te largues de ahí.

Para terminar, quiero dar las gracias al alcalde por el magnífico trabajo realizado con nuestros impuestos y a las fuerzas del orden por su amabilísima invitación a fotografiar otros lugares de la ciudad.

Los leones del congreso ya han sido liberados de las cajas de madera donde estaban encerrados durante las obras y lucen con todo esplendor.