Una vez más, los maniquíes son los protagonistas de un balcón madrileño, también Jaime, el autor de esta foto y de otra más que me envió hace unos días.


Como se puede observar, en este balcón hay toda una serie de maniquíes colocados de una forma extraña e inquietante, imagino que buscando un fin concreto que no logro adivinar. Yo ya no sé si la obsesión de los maniquíes en los balcones es por una cuestión estética o por afición coleccionista, lo cierto es que no hay ni un solo barrio de Madrid en el que no falten dos o tres balcones con maniquíes.