Alcalá de Henares es una ciudad que pertenece a la Comunidad de Madrid y está a muy pocos kilómetros de la capital de España.
Se pueden decir muchas cosas de Alcalá, la vieja Complutum romana, como que es una ciudad patrimonio de la humanidad, que allí nació Cervantes, de su magnífico patrimonio artístico y cultural, de su universidad, una de las más antiguas del mundo o de la rica repostería que hacen las monjas de sus conventos.
Todo esto no hubiese existido, si allí, en la Complutum romana, en el año 304 de nuestra era, dos niños hispanorromanos no hubiesen sido degollados por ser cristianos. Posiblemente, sin este hecho histórico Alcalá nunca hubiese alcanzado la importancia que tiene en la actualidad y habría sido una más de las ciudades romanas olvidadas de Hispania.
Justo y Pastor, son los nombres con los que se conocen a estos dos niños que nacieron en el cercano municipio de Tielmes, llamado en la época romana Thermeda.
Los niños pertenecían a una de las primeras comunidades cristianas de Hispania, por ello fueron apresados y murieron degollados por orden del gobernador Daciano, durante la persecución cristiana ordenada por el emperador Diocleciano. Justo y Pastor se negaron a renegar de su fe y por ello perdieron la vida, convirtiéndose en unos de los primeros mártires cristianos de España.
En el lugar donde, según la tradición, fueron ejecutados, se levantó en el año 414 una capilla para honrar sus restos. En esta época el cristianismo ya estaba aceptado en todo el Imperio Romano.
Con el paso del tiempo, la capilla se fue convirtiendo en un centro importante de culto gracias a la veneración de las reliquias de los niños.
El reposo de los Santos Niños se vio truncado en el siglo VIII con la invasión musulmana. Desde el sur, las hordas islámicas ocupaban la península Ibérica destrozando y profanando los lugares de culto cristiano. Por este motivo, las reliquias de Justo y Pastor fueron trasladadas por San Urbicio al norte de España, en Huesca, donde estaban a salvo de los moros.
Después de Huesca recorrieron diferentes lugares, incluso estuvieron durante un tiempo en la vecina Francia.
En el año 1118, Alcalá de Henares pasa definitivamente a manos cristianas después de un breve periodo de dominación islámica. La capilla donde se veneraban las reliquias de Justo y Pastor se convierte en una iglesia que con el paso de los siglos llega a tener el título de Magistral, un título que sólo tienen dos templos en el mundo, la iglesia de San Pedro de Lovaina (Bélgica) y la Catedral de los Santos Niños Justo y Pastor de Alcalá de Henares.
En 1567, una bula papal de San Pío V ordena el regreso de las reliquias a su lugar de origen, la Catedral de los Santos Niños Justo y Pastor de Alcalá de Henares y allí reposaron, los restos que quedaban de las reliquias de los niños hasta la actualidad.
La Magistral de Alcalá fue una de las joyas artísticas madrileñas, por desgracia, un 21 de julio de 1936 milicianos republicanos entraron en el templo saqueándolo, profanándolo y destruyendo obras de incalculable valor, finalmente el templo fue incendiando. De la noche a la mañana, siglos de historia se convirtieron en cenizas privándonos a las generaciones posteriores de aquella riqueza cultural.
No todo se perdió en la guerra, las reliquias de los Santos Niños y el cuerpo incorrupto de San Diego de Alcalá, se salvaron gracias a que fueron ocultadas en un cementerio hasta el final de la guerra.
Actualmente la Magistral está reconstruida, en ella se hacen magníficos conciertos de órgano y poco a poco va adquiriendo parte de la belleza que tuvo en el pasado, pero ya nunca volverá a ser lo que fue.
El próximo 6 de agosto, festividad en la que se conmemora la ejecución de los mártires Justo y Pastor, en la Magistral, se celebrarán diversos actos litúrgicos. Una buena oportunidad para visitar este magnífico lugar y una excusa más para visitar Alcalá de Henares, una fascinante ciudad a muy pocos kilómetros de Madrid.
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