Esta tarde en la plaza de Olavide se ha celebrado una de las más importantes festividades judías, la Janucá.

El evento estuvo organizado por el Ayuntamiento de Madrid y la Casa de Sefarad, en mi opinión, ha sido todo un éxito por la gran cantidad de gente que allí se han reunido.

Al ponerse el sol el rabino ha encendido la primera de las ocho candelas que se han de encender en los próximos días en conmemoración de los ocho días que se mantuvo encendida la menorá en el templo de Jerusalén por un grupo de macabeos durante la dominación helena allá por el siglo II antes de Cristo.

Una vez encendida se dio paso a la liturgia, con las oraciones y las bendiciones del rabino, después a los cánticos y a las danzas por parte de un grupo de chavales.
Para endulzar un poco la fiesta se repartieron unos dulces típicos de Janucá llamados sufganiot, son una especie de buñuelos rellenos que están muy ricos.

Mientras la gente cantaba y bailaba, el rabino repartió velas a la gente para iluminar esta primera Janucá madrileña que espero que no sea la última y que este éxito de público sirva para que la comunidad Judía de Madrid siga abriendo sus puertas a los madrileños para que podamos conocer y apreciar el preciado legado cultural de un pueblo tan nuestro y paradójicamente tan desconocido.

Janucá sameaj

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