Rara vez hablo de temas políticos en este blog, no lo hago por una sencilla razón, aburre y mucho más, en esta sociedad en la que vivimos que, desgraciadamente, predomina el enfrentamiento verbal, en el mejor de los casos, por encima del de las ideas y, como no quiero que esto se convierta en un campo de batalla entre moros y cristianos, evito tratar estos temas. Hoy me voy a saltar esta autocensura porque he visto en las noticias algo que me parece indignante, que sólo a mí parece indignar y que, además, me afecta, porque se trata de mis impuestos y los tuyos también, si es que vives en la Comunidad de Madrid.
En varios medios de comunicación, hoy aparece la noticia que cuenta que los 27 mejores alumnos de estudiantes de centros públicos, concertados y privados de Educación Secundaria Obligatoria de la Comunidad de Madrid, han recibido los
Premios Extraordinarios de Educación Secundaria, creados por el Gobierno regional, en su primera edición. Los alumnos han sido agraciados con una dotación económica de
1.000 euros, ignoro si al grupo o a cada uno de ellos y,
un viaje a Roma.
La presidenta de la Comunidad de Madrid Dña. Esperanza Aguirre, ha ensalzado los
valores del esfuerzo para llegar a la meta deseada, algo que a mí me parece más que obvio, pero ¿qué significa esfuerzo y qué significa llegar a una meta para la presidenta de Madrid?
En mi opinión, que el Estado o las Administraciones Públicas sean las que den incentivos a los ciudadanos para que cumplan con su responsabilidad me parece un tremendo error, mucho más que esto lo haga
una mujer que se declara abiertamente liberal.
Querida presidenta, yo, como ciudadano, pago mis impuestos, si no lo hiciese iría a la cárcel, cumplo con las normas cívicas de convivencia, de no hacerlo sería multado o bien señalado con el dedo, voy a trabajar todos los días, de no hacerlo me quedaría en el paro, no podría mantenerme y no podría pagar mis impuestos, esos que se destinan a infinidad de cosas absurdas, tanto por el gobierno de España, como el local y autonómico.
Si yo cumplo religiosamente con todas mis responsabilidades ¿por qué no recibo un incentivo de las Administraciones Públicas o del Estado para que lo siga haciendo en el futuro? Creo que los incentivos a los estudiantes, si hay que darlos, deberían ser puestos por los padres o tutores de los estudiantes. Un estudiante tiene su misión, estudiar, si sus padres le quieren premiar por su esfuerzo me parece muy bien, pero yo no tengo que incentivar a nadie con mi dinero, el que me quitan de mi nómina, que pago por adelantado, bajo amenaza de cárcel o multa si no lo hago y que tanto me cuesta ganar.
Creo que las palabras
responsabilidad e incentivos no son sinónimos, si esto se hace para fomentar el esfuerzo de los jóvenes estudiantes, es claramente una intromisión del gobierno en la vida de las personas. Los estudiantes tienen esa responsabilidad, estudiar, así como sus padres obligar a sus hijos a que estudien, para que tengan la mayor preparación posible para, que el día de mañana, puedan tener una vida mucho más fácil y provechosa.
Querida presidenta, me siento profundamente indignado con estos premios, los primeros que se han dado en Madrid y que espero que sean los últimos. Si se quiere educar en valores, algo que no sé hasta qué punto debería entrar el gobierno, es preferible que lo hagan de una manera más tradicional, por ejemplo editando el cuento de la Cigarra y la Hormiga y que sea repartido en los colegios, a ser posible la edición original, sin licencias extravagantes, como la aparición del sindicato de las cigarras, ni gobernantes populistas. Si los niños no aprenden la lección ya se encargará la vida de dársela que, la vida, siempre pasa factura.