Un siete de septiembre, como hoy, pero de 1907, en Madrid hubo una espectacular tormenta, una de esas típicas tormentas que se forman por estas fechas y en las que parece que se cae el cielo. Aquel día, además de llover todo lo que quiso y más, cayó del cielo algo que no es muy habitual, ¡codornices! Cientos de ellas, se podría decir que fue una lluvia de codornices, eso sí, sólo en una zona muy concreta, en las inmediaciones del Palacio Real.

Ni que decir tiene que las lluvias de codornices no son habituales, ni en Madrid ni en ningún sitio pero, tampoco es un fenómeno raro, en otros lugares de España y del mundo se han registrado casos similares. La explicación es fácil de suponer, seguramente las codornices fueron sorprendidas por una ventolera y las pobres acabaron estampadas contra la regia zona palaciega.

Las codornices son unas aves feas pero comestibles, hay muchos platos que se elaboran con ellas, imagino que algunas de las desdichadas que cayeron aquel siete de septiembre acabarían en algún puchero. Por lo menos tuvieron una muerte espectacular y regia.

Foto: Web del Ayuntamiento de Monzocillo