Desde que el nuevo y flamante Ayuntamiento abrió sus puertas al público, miles y miles de personas han recorrido todos sus rincones, obviamente los que nos han dejado ver. Todos los que hemos pasado por allí, nos hemos fijado en todos y cada uno de los detalles, sus escudos, sus vidrieras, sus vistas pero, también hay más detalles que nunca han estado ocultos y de los que estoy seguro de que muy pocos hemos reparado en ellos.
Uno de los detalles que pasan desapercibidos son los bustos de conquistadores, Cortés o Magallanes que están en la propia fachada del edificio. ¿Alguna vez te has fijado en ellos?
También hay bustos de indios americanos y algo tan exótico como efigies egipcias.
Otros detalles, menos llamativos, no tan bellos y más dramáticos, son los que forman parte de nuestra peor historia, las señales de la guerra, que también dejaron su huella en el imponente edificio madrileño.
No siempre los detalles están ocultos, sólo hay que mirar detenidamente.