Hace una semana que empezaron las concentraciones en la Puerta del Sol, lo que en un principio no se sabía muy bien qué iba a ser, poco a poco fue tomando forma y, hoy, jornada electoral, día en el que los madrileños estamos llamados a elegir a cualquiera de los candidatos/as para la presidencia de la Comunidad de Madrid y Ayuntamiento, la Puerta del Sol y algunas calles cercanas, se han convertido en un hervidero de gente.
La protesta nació en esta emblemática plaza madrileña pero se ha extendido a otras ciudades españolas como Barcelona, Sevilla, Valencia y también a otras ciudades fuera de nuestras fronteras, llegando incluso hasta Chicago.
Casi todos los días paso por este punto de Madrid y he podido ver como poco a poco, el número de personas indignadas que allí se concentraban, crecía día a día. Hoy se habla de 16.000 personas, otros dicen 25.000, lo cierto es que la Puerta del Sol está tanto o más abarrotada que en fin de año.
Si bien es cierto que la protesta se hace en el momento más inoportuno y que levanta todo tipo de suspicacias, es una muestra bien clara del hartazgo que tenemos los españoles. Estamos hartos de una clase política que vive ajena a los problemas reales de los ciudadanos. Los políticos se han convertido en un problema, son una casta superior, con unos privilegios que no merecen y que son injustos. En tiempos de bonanza estas cosas nos molestan, es cierto, pero no las prestamos excesiva atención, hoy, con un país hecho trizas por la crisis, con casi cinco millones de parados y sin ninguna expectativa de mejorar la situación, el tener que aguantar el bochornoso espectáculo de nuestros políticos es indignante, el resultado lo tenemos en Sol.
Las propuestas que se hacen en las asambleas de Sol van desde lo más elemental en una democracia a propuestas extremas que, espero y deseo que caigan en el olvido pero, en general, la mayoría de las propuestas parecen sensatas y justas.
¿Qué pasará mañana? no tengo ni idea, no sé qué pasará, ni cuánto durarán las propuestas ni cómo reaccionaran los políticos, bueno, la reacción de los políticos sí me la imagino, supongo que intentarán arrimar el ascua a su sardina, como ya han intentado en estos últimos días.
Una de las consecuencias de esta gigantesca protesta, ha sido que nos han ahorrado el tener que padecer los titulares en los medios, con las ocurrencias de los políticos, sus frases estudiadas y diseñadas para la ocasión y sus disputas que parecen sacadas de un sainete.
Mañana será otro día, espero y deseo que todo esto sea para mejorar la vida de los españoles y para fortalecer nuestra democracia que, no es perfecta pero sí mejorable.
Feliz jornada electoral.
-Actualización-
Anoche no me dio tiempo a subir este vídeo que hice a las doce de la noche en Sol, sólo lo pude subir a Facebook.
Así es como se pasó de la jornada de reflexión a la jornada electoral, obviamente incumpliendo la Ley.