Foto: ABC
Desde hace varios días, en los medios de comunicación aparecen amenazantes noticias que hablan de impresionantes manchas solares y de tormentas solares. Estas noticias, por muy inquietantes que sean, quedan eclipsadas por el rosario de noticias que hablan de la penuria económica que estamos sufriendo los españoles día sí, día también.
La última noticia relacionada con la actividad solar se produjo la madrugada pasada, en ella se hablaba de una potente llamarada solar que viene directa a la Tierra.
Las llamaradas solares están relacionadas con las manchas que aparecen en la superficie del Sol. Todavía no se sabe muy bien como se forman pero lo que sí se sabe con certeza es que en ellas hay un campo magnético muy intenso y que son las responsables de gran parte de los fenómenos violentos que ocurren en la corona solar.
Otro de los fenómenos violentos relacionados con las manchas solares son las llamaradas, como la de la madrugada pasada que amenaza la Tierra. Esto no significa que acabemos achicharrados por una de ellas pero sí que podemos tener serios problemas tecnológicos.
En 1859 se produjo una gigantesca fulguración solar que ha sido la más potente de la historia, por lo menos desde que tenemos constancia. Sus efectos fueron mínimos en aquella época en la que casi no se dependía de la electricidad. Fue un fenómeno que produjo hermosas y espectaculares auroras boreales en regiones tan poco habituadas a ellas como Madrid.
El 28 de agosto de 1859 se produjo una de las primeras auroras visibles en Madrid. En el periódico “La España” el 30 de agosto, dos días después del suceso, aparecía esta breve noticia.
“Desde las once y media hasta la una y media de la noche del domingo, brilló en el horizonte una magnífica aurora boreal, presentando una dilatada faja de fuego que corrió de Oeste a Este. La rareza de estos fenómenos en nuestra zona hace que siempre que se presentan causen la admiración de cuantas personas se aperciben de ello. Desde el año de 1848 no se había observado otra aurora en Madrid”.
Hay un dato muy curioso en esta noticia, habla de otra aurora boreal en Madrid en 1848, once años antes. La actividad solar tiene un ciclo de 11 años, cuando finaliza un ciclo, como pasa en la actualidad, las manchas solares aumentan, así como el riesgo de tormentas solares.
La aurora boreal del 28 de agosto no sería la última que verían los madrileños, unos días después, hubo una más espectacular, la “tormenta perfecta” la más potente que el hombre ha podido registrar y que tuvo su pico de intensidad los días 1 y 2 de septiembre de 1859. Esa llamarada también fue noticia en el periódico “La España” del 2 de septiembre de 1859, se volvía hablar de una aurora boreal en Madrid, muy luminosa que incluso se pudo ver en Sevilla.
Actualmente estamos al final de uno de los ciclos solares, los científicos alertan de la posibilidad de sufrir sus consecuencias durante 2012 y 2013. Si volviese a repetirse un fenómeno como el ocurrido en 1859 posiblemente no lo tomaríamos como un bello espectáculo en el firmamento, bien es cierto que lo sería pero sus consecuencias serían terribles para nuestra forma de vida.
Si quieres saber más sobre las tormentas solares y sus consecuencias te recomiendo el número de julio de la edición española del National Geographic en el que viene un especial sobre la actividad solar realmente interesante.
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