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En ocasiones existen los milagros, algunos grandes y otros pequeños. A principios del siglo XX ocurrió uno de esos pequeños grandes milagros con uno de los edificios más emblemáticos de Madrid, el Hospital de La Latina.

Doña Beatriz Galindo fue una de las mujeres más ilustradas de España en el siglo XVI, escritora y humanista sorprendió desde pequeña por su interés por la cultura y sus conocimientos. Ya con quince años hablaba correctamente latín. Precisamente sus conocimientos de la cultura clásica fueron motivo por el que fue conocida por el apodo de “La Latina”. Sus conocimientos también sirvieron para ser preceptora de Isabel la Católica.

En Madrid hay un barrio que lleva su nombre y en este mismo barrio, en la Calle Toledo, haciendo esquina con la Plaza de la Cebada se encontraba una de las obras más importantes que realizó La Latina en Madrid, un hospital que llevaba su nombre inaugurado en el año en 1512. Esta fecha es la que da Mesonero Romanos en su obra El antiguo Madrid aunque otras fuentes hablan de su fundación en 1493. Citando una vez más a Mesonero Romanos y según su descripción, el edificio carecía de valor alguno, artísticamente hablando, a excepción de su magnífica fachada gótica y la escalera del interior. 


En 1904, con motivo de unas obras de ampliación de la calle Toledo el edificio fue demolido, pero fue entonces cuando ocurrió el milagro. La hermosa fachada gótica y su escalera interior fueron desmontadas pieza a pieza para su conservación. En un país en el que desde la antigüedad hemos visto como van desapareciendo grandes y pequeños testigos mudos de la historia, la conservación y recuperación de estos dos elementos arquitectónicos es un milagro.

La escalera se reconstruyó y se encuentra en la Plaza de la Villa, en el edificio que hoy es la sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. La magnífica fachada está en la Ciudad Universitaria, frente a la Escuela Superior de Arquitectura.


Como se puede apreciar en la fotos, la entrada gótica al viejo hospital realizada por Maese Hazán, está perfectamente conservada y montada en un aparejo de ladrillo cubierto con teja.

En el lado frontal, casi borrado aparece una inscripción que reza así: Este hospital es de la Concepción Madre de Dios que fundaron Francisco Ramírez y Beatriz Galindo, su mujer. Año de 1507. También aparecen los escudos de armas de los fundadores.

En ocasiones los milagros existen y este es uno de ellos.