TRIBALL

Algunas calles del centro de Madrid están muy degradadas por culpa de la prostitución, muchas mujeres de diferentes nacionalidades ejercen la prostitución en calles como, Montera, Ballesta, Barco, incluso en plena Gran Vía.

La prostitución no es un delito en Madrid, es por ello que poco o nada pueden hacer las autoridades para sacar de las calles a estas mujeres. La presencia de prostitutas en las calles es algo que se debería erradicar, ya no sólo por las prostitutas, lo peor es el mundillo marginal que las rodea, traficantes de drogas, proxenetas, y otros personajes que, además de ser conflictivos, dan una imagen pésima de nuestra ciudad.

Las autoridades son bastante tibias a la hora de erradicar la prostitución de las calles, hacen pequeños esfuerzos rehabilitando zonas, creando mercadillos o en el caso de la calle Montera, la llenan de policías para espantar a los clientes de las prostitutas sin erradicar el problema y creando situaciones extrañas y divertidas como una vez que escuché la conversación que mantenían un policía y una prostituta quejándose del frío que tenían al estar todo el día en la calle apostados en una esquina, evidentemente cada uno por motivos muy diferentes.

Ante la poca o nula iniciativa de las autoridades para acabar con la prostitución y la degradación, surgen iniciativas como TRIBALL, una iniciativa privada creada por comerciantes y vecinos que consiste en adquirir locales utilizados habitualmente como prostíbulos para posteriormente venderlos o alquilarlos a comerciantes que se compromenten a utilizarlo para otros fines.

TRIBALL significa, triángulo de Ballesta, que es el perímetro que forma la zona afectada por la prostitución y la calle Ballesta que se sirve como eje central. Esta interesante iniciativa no es nueva, ya se puso en práctica en otros barrios afectados por la prostitución en otras ciudades como Nueva York, Londres o París, con muy buenos resultados, devolviendo a esos barrios la actividad comercial y cultural que había desaparecido por culpa de la prostitución.

Hasta que llegue el día en el que las autoridades se les ocurra la idea de regular la prostitución, como en otras ciudades europeas, iniciativas como TRIBALL son bienvenidas, ya es hora de recuperar las calles para los ciudadanos, para eso pagamos impuestos.

Aquí puedes ver uno de sus vídeos promocionales.