Una de las frases más típicas de Madrid es la conocidísima, la chovinista y muy manida; “de Madrid al Cielo” y continúa con “y un agujerito para poder verlo” desde el cielo, claro. Esta frase viene a decir que como en Madrid no se está mejor en ningún sitio. Para vivir Madrid y, después de la vida, el Cielo, como no puede ser de otra manera, no creo que la gente tenga ganas de ir al Infierno, por muy divertido que parezca en algunas ocasiones.
¿Cuál es el origen de esta frase?
Realmente no se sabe muy bien de dónde viene, hay quien dice que lo dijo por primera vez la beata Mariana de Jesús. También hay quien afirma que su origen está en una expresión popular surgida durante las reformas que Carlos III realizó en la ciudad, unas reformas que hicieron que Madrid dejase de ser la típica villa castellana para convertirse en la regia ciudad de un vasto imperio.
Para darle más misterio a la cosa, hay una leyenda que cuenta que en el Cerro Garabitas, en la Casa de Campo, cada noche, se juntan las almas de los difuntos que han vivido en Madrid y desde allí ascienden a los cielos. Hay quien dice que por las noches se ven unas lucecitas en las copas de los árboles que, poco a poco, van subiendo al cielo. Es una bonita leyenda pero lo más probable es que esas luces, si es que existen, sean luciérnagas o fuego de San Telmo, no las almas de los difuntos, así que descartamos esta leyenda como el origen de esta frase.
Parece ser que el origen más fiable de esta castiza expresión es por obra del dramaturgo del Siglo de Oro Luis Quiñones de Benavente, autor de numerosos entremeses. Él fue el autor de una obra llamada "Baile del invierno y del verano", en la que en uno de sus versos dice:
«Pues el invierno y verano
En Madrid sólo son buenos
Desde la cuna a Madrid
Y desde Madrid al Cielo»
Este es posiblemente el verdadero origen “de Madrid al Cielo y un agujerito para poder verlo” que tanto decimos los que vivimos aquí. Lo del "agujerito" es posible que sea producto del gracejo popular.