La procesión de la Virgen de La Paloma ha puesto fin a tres días intensos de fiesta y más fiesta, que nos han hecho olvidar por un tiempo los problemas y las penurías económicas que padecemos todos los días.
El lunes por la mañana los bomberos de Madrid cumplieron con la misión de descolgar el cuadro de la virgen para que, horas más tarde, saliese en procesión por las calles más castizas de Madrid.
Antes de salir por las calles, cientos de fieles se han acercado a la iglesia de La Paloma para mostrar su devoción, no sin antes pasar por las casetas y bares de la zona para comer o beber algo.
Esta fiesta es de las más populacheras del calendario festivo, así que no es de extrañar que a pocos pasos de la iglesia podamos encontrar todo tipo de casetas y personajes, como esta reina con la que nos hemos reído muchísimo con sus chistes y sus canciones.
Por la tarde, a eso de las ocho, las chulapas y chulapos, vestidos para la ocasión, han acompañado a La Paloma durante todo el recorrido, como manda la tradición.
Al llegar el paso con la virgen a la Puerta de Toledo, los bomberos de Madrid han hecho su particular ofrenda con una exhibición acrobática desde las escalas de sus vehículos, como se lleva haciendo desde hace unos cuantos años.
Esta es una de las tradiciones qué más divierten a la gente, no sólo por la exhibición, los bomberos son el cuerpo más querido por los madrileños y los comentarios y piropos que la gente que les dice son realmente divertidos.
Además de las acrobacias, los bomberos lanzaron desde lo alto pétalos de rosas a la virgen y una lluvia de espuma, improvisando así una especie de nevada veraniega, ni que decir tiene que no faltan los que se ponen debajo para acabar de espuma hasta las orejas, sobre todo los niños.
Después del baño de espuma, la procesión continuó por las calles aledañas para volver al mismo punto de partida, la iglesia de La Paloma, poniendo fin a una fiesta, que acaba en donde tiene que ser, en la verbena y en los bares de la zona.
Hasta el año que viene y ¡viva la virgen de La Paloma y viva Madrid!