En una de las plazas más castizas de Madrid, la de Puerta Cerrada, nombre que viene dado porque allí había una de las puertas de la muralla, podemos ver un mural pintado en los años ochenta que decora la fachada de un edificio. En este mural aparecen unos símbolos y un lema muy curioso del que mucha gente desconoce su significado.

El mural está bastante deteriorado pero todavía podemos ver en él una enorme piedra de la que saltan chispas y bajo la piedra agua, además de un lema: “Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son”.

Este simbólico mural hace referencia al nacimiento de Madrid pero para saber qué es cada cosa hay que ir por partes.

El agua

Todos los que vivimos en Madrid sabemos que bajo nuestros pies hay gran cantidad de agua. Existen numerosos acuíferos y, por si eso no fuese suficiente, las canalizaciones de agua para abastecer a la población han estado presentes desde el nacimiento de la ciudad.

La piedra y las chispas

La piedra que aparece en el mural es sílex, un mineral muy común en nuestra región que fue usado por los habitantes de estas tierras desde hace miles de años. En la prehistoria se usaba para fabricar herramientas cortantes y para otros usos. Si golpeamos dos trozos de esta piedra saltan chispas, de esta forma se hacía fuego.
El sílex, al ser una de las rocas más abundantes en Madrid, fue utilizada en la construcción, hay miles de ejemplos por toda la ciudad, desde conventos a edificios particulares. Una de las primeras construcciones en las que se empleó este material fue la muralla árabe que rodeaba el primigenio Madrid.

La leyenda

Existen multitud de versiones sobre los mitos y leyendas de dieron lugar a este emblema, la más popular se refiere a que cuando la ciudad era atacada, las flechas que chocaban contra la muralla producían chispas, de ahí la frase “mis muros de fuego son”.

Con todos estos datos nos podemos hacer una idea del significado del mural, que hace referencia al nacimiento de Madrid y el que se cree que fue el primer emblema madrileño, anterior al siglo XII.
Según López de Hoyos, que entre muchas otras cosas, fue cronista de Madrid, el primer emblema de la ciudad sería éste, en el que se representa una gran piedra de pedernal semisumergida en agua, con dos eslabones a los lados entrelazados que frotan una piedra que hacen que de ésta salgan chispas, circuncidando el conjunto una cinta azul, en la que había una inscripción "Sic gloria labore" y el lema, el mismo que aparece en el mural del edificio de Puerta Cerrada:

"Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, esta es mi insignia y blasón".