Hace un par de días estuve viendo Zarkana, el último espectáculo del Circo del Sol. Se trata de una ópera rock en la que se combina la música con diversos números circenses al más puro estilo del Circo del Sol.

La puesta en escena es realmente buena, el decorado y la iluminación logran una atmósfera mágica pero el resultado final es un espectáculo bastante flojo.

Problemas

El primer problema que nos encontramos en Zarkana es el propio recinto donde se representa, el Madrid Arena, que es un magnífico lugar, grande y bien equipado pero muy mal gestionado en lo que se refiere a la distribución, tanto del escenario como de los espectadores. El público que tenga asientos en las partes altas del graderío ya pueden tener buena vista o bien ir provistos de unos prismáticos, de lo contrario no lo podrán disfrutar.

Ignoro las razones que han llevado a la organización del Circo del Sol a distribuir de esa manera tan extraña el escenario, según los propios organizadores, tuvieron muchos problemas técnicos por temas de espacio, algo que a mí personalmente me cuesta creer pero si lo dicen ellos será verdad.

Fallos

El Circo del Sol es una compañía con una excelente reputación, todos los que hemos asistido a sus espectáculos hemos podido comprobarlo, espectacularidad, calidad y buen gusto han sido siempre sus señas de identidad, digo han sido, en pasado, porque en Zarkana no he podido ver ese brillo ni esa calidad. Es bien cierto que el montaje tiene estupendos y originales números pero, desgraciadamente, se quedan totalmente deslucidos por innumerables fallos.

El mundo del circo tiene sus riesgos y gran dificultad, son humanos y muchas veces se juegan la vida en el escenario para darnos un buen espectáculo pero, también es cierto que de una compañía como es el Circo del Sol, se le supone un nivel de perfección bastante alto, cosa que no pude ver en Zarkana.
No sé si será por la crisis o que el propio Circo del Sol va camino de su ocaso, lo cierto es que Zarkana, sin dejar de ser un buen espectáculo, no tiene la espectacularidad con la que nos tenía acostumbrados.

La valoración de Es Madrid no Madriz es de 5 madroños.