Viajes por España era una revista publicada en el siglo pasado por la Sociedad de Atracción de Forasteros de Madrid y subvencionada por el Patronato Nacional de Turismo, se publicada con el único fin de potenciar el turismo en nuestro país. 

En 1928 apareció un monográfico en esta revista sobre Madrid en el que se pretendía mostrar al forastero las lindezas de nuestra ciudad y su región. En este número se detallaba, no sin cierta exageración, todas y cada una de las bondades de la ciudad, de sus ciudadanos y de su clima. Precisamente éste es uno de los temas que trata la revista que más me han llamado la atención. 

De todos es conocido aquello de que en Castilla hay nueve meses de invierno y tres de infierno. Madrid, como parte de Castilla que es, no se libra de los rigores climatológicos extremos claro que, en la actualidad, los inviernos son menos fríos. El conocido efecto “isla de calor” provoca que las temperaturas mínimas en la ciudad sean menos extremas hoy que hace unos años. Pero volviendo a la revista Viajes por España, en uno de sus apartados, el que hace referencia al clima madrileño, sin aportar más datos que unas fotos, se insinúa que el clima de Madrid es suave y hasta similar al de Valencia. 


Estas fotos, tomadas en pleno invierno, según cuenta la revista, fueron tomadas a finales de los años veinte en el Paseo del Prado. 


En esta se puede ver el nuevo Ayuntamiento que está prácticamente oculto por una espectacular y hermosísima hilera de palmeras. 


Las fotos son de muy mala calidad pero se pueden distinguir las especies que hay en los jardines. Palmera excelsa (Trachycarpus fortunei), palmera canaria, (Phoenix canariensis) y alguna que otra cordyline. Todas estas plantas, excepto la palmera canaria, especies muy resistentes al frío castellano. Así que el benigno clima madrileño del que se habla en esta publicación no es más que una ilusión, un espejismo, eso sí, muy hermoso, que nos muestra una desconocida imagen del centro de Madrid que no estaría mal recuperar.