Después de estar cerrado desde hace más de una década, el Real Hospicio del Ave María y San Fernando, uno de los edificios más emblemáticos de Madrid, abrió sus puertas el pasado mes de diciembre esta vez como Museo de Historia de Madrid. Con este flamante museo se recupera para la ciudad un edificio que ha sido a lo largo de la historia víctima de todo tipo de escarnios y avatares. Fue víctima de las mordaces y crueles críticas realizadas por el gran cronista de la villa Mesonero Romanos, se salvó del derribo de puro milagro y más recientemente, su fachada ha sido infinidad de veces víctima de todo tipo de actos vandálicos. Afortunadamente, todo aquello quedó en el olvido y, contra todo pronóstico, el viejo hospicio se ha convertido en el guardián de una parte del importante legado histórico y cultural de la ciudad de Madrid. Por este motivo, hemos dedicado el tema central de este número a este edificio por el que nos asomamos ya desde la portada de esta revista con la ilustración realizada por el artista Pedro Sega, comenzando así nuestro recorrido por Madrid y su comunidad.