Ya se pueden ver en Madrid
las primeras 15 placas en recuerdo a las víctimas del terrorismo que forman
parte del Itinerario de la Libertad.
Aunque hace ya algún tiempo
que Madrid no sufre el zarpazo del terrorismo, muchos no olvidamos ni a las
víctimas, ni el sonido de las bombas, ni los disparos, ni los daños y el horror
que todo ello provoca. Por este motivo, es de agradecer iniciativas como esta
en la que se recuerda a los 382 asesinados en los 176 ataques terroristas
que ha sufrido nuestra ciudad en las últimas cuatro décadas.
Esta iniciativa se
materializó recientemente con el acuerdo plenario donde se aprobó por casi todos
los grupos políticos del Ayuntamiento, junto a los representantes de varias
asociaciones de víctimas del terrorismo. En palabras de la alcaldesa Ana
Botella la colocación de estas placas “es una obligación
moral para todos los españoles, y en nuestro caso los madrileños, garantizar la
justicia, la verdad, el recuerdo y la dignidad de las víctimas y sus familias,
frente a cualquier tipo de olvido, impunidad o manipulación de la
historia".
Pero como nunca llueva a
gusto de todos, la polémica, también en este caso, está servida pues una de estas
placas recuerda a Carrero Blanco, asesinado en 1973 por ETA, cuando era
presidente del gobierno durante la dictadura de Franco. Esto ha provocado que
Izquierda Unida no apoyase esta iniciativa y que, además, amenace con llevar al
Ayuntamiento a los tribunales por “otorgar una placa a Carrero Blanco, una de
las figuras más negras de nuestra historia".
Bien es cierto que la
colocación de una placa en recuerdo de Carrero Blanco puede chocar con la Ley
de Memoria Histórica y es cierto que puede provocar el lógico rechazo de la
sociedad pero también podemos caer en el error de pensar que hay víctimas de primera y de segunda, ¿cómo se podría solucionar esto? Este un tema complicado y delicado en el que se debería hacer una reflexión profunda y lograr un acuerdo para el bien de todos y para que nunca más las víctimas del terrorismo
se vean una vez más y muy a su pesar, involucradas en divisiones, ni políticas
ni sociales pues las víctimas son eso, víctimas y debemos de tener en cuenta
que víctimas también podemos ser todos nosotros pues el terrorismo está ahí, ya
sea autóctono o exótico, por eso la unidad entre todos, en esto y en todo lo
demás es más que necesario.