En España hubo un tiempo, no muy lejano, tanto como hace unos 20 o 30 años, quizás algo menos, en el que en la víspera de la festividad de Todos los Santos, se celebraba de una manera muy diferente. No había calabazas siniestras, tampoco niños disfrazados de brujas y vampiros ni se organizaban fiestas con el exótico nombre de Halloween.
Los efectos de la globalización y la influencia de la cultura americana han transformado nuestra sociedad, en este caso, dándole un toque divertido a esta festividad tan sobria y siniestra pero, ¿cómo se celebraba antes de que esto ocurriese? Por raro que parezca, cuesta un poco recordarlo pero, por suerte, todavía se mantienen y conviven las nuevas con las viejas tradiciones.
Antes de Halloween
Sin ninguna duda, la costumbre más arraigada es la visita a los cementerios para honrar a nuestros seres queridos ya fallecidos. Por estas fechas los cementerios se llenan de gente y de flores, es un acto privado, familiar y de recogimiento.
Las supersticiones tampoco faltan en estas fechas, cada vez más diluidas y contaminadas por influencia del cine pero, todavía hoy, sobre todo en las zonas rurales, se cuentan historias espeluznantes, algunas más terroríficas que las que aparecen en el cine. La mayoría tratan de apariciones fantasmales que se dejan ver la Noche de Difuntos para traernos un mensaje del más allá o bien para tocarnos un poco las narices.
Como toda festividad, por muy siniestra que sea, también tiene su parte lúdica y gastronómica. Uno de los dulces típicos de estas fechas sobre todo en Madrid, por ser tierra castellana, son los “huesos de santo” que son unos cilindros de mazapán rellenos de yema, con aspecto de hueso, que están deliciosos y tampoco faltan los buñuelos.
Otra tradición típicamente madrileña es la representación en el teatro de la obra Don Juan Tenorio, de José Zorrilla. Parece ser que es la obra más representada en España de nuestra literatura y nunca falta en algún teatro en el Día de todos los Santos. Este año tampoco faltará la representación del Tenorio, esta vez, en un formato y escenario diferente.
Día de todos los Santos, Noche de Difuntos, Fieles Difuntos... Halloween, todo se mezcla, se adapta, se transforma pero, lo más importante es que todo se complementa.
Pensaba terminar este post con una felicitación pero ya no sé si decir felices fiestas o truco o trato, que cada cual decida.