A 45 kilómetros de Madrid, en plena sierra y enclavado en el Parque Regional de la cuenca alta del Manzanares, se encuentra la localidad de Miraflores de la Sierra.
Este pueblo fue fundado por ganaderos segovianos a finales del siglo XIII con el nombre de "Las Porquerizas" un nombre bastante desagradable comparado con su nombre actual.

Cuenta la leyenda que en 1627, Isabel de Borbón, esposa Felipe IV, se dirigía al monasterio de El Paular, a mitad de camino, la reina y su comitiva hicieron un alto para descansar, precisamente en lo que hoy se llama, "Parada del Rey" La Reina salió de la carroza para estirar las piernas y disfrutar del paisaje, fue entonces cuando se sorprendió al ver la multitud de flores que había en aquel lugar, tan sorprendida quedó, que exclamó a su camarera mayor: ¡mira, flores! Fue desde entonces cuando este lugar pasó a llamarse Miraflores.

Hay otra versión de la historia que cuenta que, la Reina, impresionada por la multitud de flores preguntó a un miembro de la comitiva por el nombre de aquel lugar, éste le respondió que se llamaba, Las Porquerizas, la Reina se sorprendió y exclamó indignada ¿cómo es posible que un lugar tan bello tenga ese nombre? fue ese día en el que este lugar cambió de nombre.

Sea cual sea la leyenda, lo cierto es que, es mucho más bonito el nombre de Miraflores de la Sierra que Las Porquerizas.