Uno de los lugares de Madrid en el que podemos disfrutar de unas estupendas vistas es desde el Viaducto de la calle Bailén. Se trata de un gran puente de hormigón armado de 22 metros de altura que pasa por encima de la calle Segovia como continuación de la calle Bailén.
El actual viaducto sustituye a otro anterior de madera y hierro, el actual comenzó a construirse en 1934 pero hasta los años cuarenta no pudo ser terminado debido a que fue dañado durante la Guerra Civil.
Decía que desde el Viaducto podemos contemplar una vistas impresionantes de Madrid, pero no todo el mundo debía pensar lo mismo, otros veían en el Viaducto un lugar ideal para suicidarse, su altura le hacía irresistible para los suicidas.
Muchos madrileños decidieron poner fin a sus vidas tirándose al vacío desde el Viaducto, este tema empezó a preocupar a las autoridades, ya no sólo por los suicidas que perdían la vida, además por los accidentes que se producían, en más de una ocasión los suicidas ponían en peligro a la gente que pasaba por ahí.
A finales del siglo pasado, el Ayuntamiento decidió colocar unos paneles de vidrio a lo largo de todo el viaducto para así impedir que nadie se tirase al vacío. La medida fue bastante efectiva, desde entonces nadie se ha suicidado en esa zona. También es cierto que los paneles de vidrio son bastante feos y pasear por el Viaducto no es igual que antes, pero ¡todo sea por proteger a los ciudadanos!
Hace 3 semanas