Hace 100 años que fue aprobado el proyecto para la creación de la Gran Vía, las obras se iniciaron en 1910 con la presencia y el piquetazo de inauguración del rey Alfonso XIII.
Durante todo este tiempo esta emblemática arteria de la ciudad ha pasado por infinidad de acontecimientos, en ella se edificó el primer "rascacielos", el edificio de la telefónica, en el que se utilizaron las mismas técnicas que se empleaban en la construcción de los rascacielos de Nueva York. En uno de sus edificios se instaló el primer ascensor de España, los primeros escaparates, tal y como los entendemos hoy, de España. También padeció los efectos de la guerra con los terribles bombardeos e incendios.
No siempre se llamó Gran Vía, en los terribles años de la República y la Guerra Civil, se la conoció como Avenida de la C.N.T., Avenida de la Unión Soviética y al terminar la guerra, en la dictadura de Franco se le puso el nombre de Avenida de José Antonio, nombre que conservó hasta que, ya en democracia, se le cambió por el de Gran Vía.
Durante la Guerra Civil los madrileños le pusieron un nombre no oficial, con mucha ironía y sentido del humor, la gente la llamaba; Avenida de los Obuses, debido a la gran cantidad de bombas que la aviación fascista lanzaba sobre Madrid y que, precisamente, en la Gran Vía tenía uno de los principales objetivos, el edificio de la Telefónica.
Después de la guerra empezó a recuperar su glamour, por la Gran Vía pasearon todo tipo de personajes de la escena nacional e internacional, astronautas, actores de Hollywood, políticos, tiranos, desfiles reales, desfiles del Orgullo Gay, ¡hasta los Reyes Magos! y miles de ciudadanos anónimos pasean y paseamos por esta gran avenida todos los días.

Hoy la Gran Vía sigue siendo una de las principales arterias de Madrid, pese a que ya perdió parte del glamour de sus estrenos de cine en beneficio de las tiendas de moda y de los grandes almacenes.
Pasear hoy por la Gran Vía es mezclarse con gentes de todo el mundo y de toda condición, convirtiéndola en una de las calles más cosmopolitas de España.

100 años no son nada, incluso diría que en estos 100 años la Gran Vía está más guapa que nunca.