En la Casa de Correos, sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid, tienen montado el Belén, no me refiero a ninguna trifulca entre la presidenta y el alcalde, me refiero al tradicional Belén navideño que tienen instalado en el patio central. Se trata de un gran Belén, que recrea la ciudad que vio nacer a Jesús hace 2000 años.
Este año la polémica viene por la figurita que representa al Niño Jesús, que todavía no está en el nacimiento porque, como todo el mundo sabe, hasta el día 25 no hará acto de presencia. Parece ser que a la presidenta no le gustó la cara de la figurita, mejor dicho, no le gustaron las cejas que, a juzgar por la reacción de la presidenta, el Niño Jesús debía recordar más a Nikita Kruschef que al Mesías.


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