Antiguamente las tascas y tabernas madrileñas solían estar decoradas con vistosos azulejos, normalmente con alguna alegoría relacionada con el bar. Recuerdo una vieja bodega, ya desaparecida, que vendían vino a granel y rellenaban sifones, detrás del mostrador había un gran mural de azulejos en el que aparecía Baco, supongo que sería el cuadro Los Borrachos de Velázquez pero yo era muy pequeño y sólo recuerdo la figura de Baco y el agradable olor a vino.
También son muy comunes, no sólo en tascas, en portales y en elementos decorativos de edificios los azulejos de tipo talaverano y los más comunes, los de estilo andalusí.

En Madrid pocas son las tascas y bares que conservan los azulejos originales, poco a poco van desapareciendo o son sustituidos por otros nuevos que imitan a los antiguos. Afortunadamente todavía es costumbre decorar en bares las paredes o la fachada del establecimiento con vistosos azulejos, posiblemente no tienen el valor artesano de los antiguos pero dan un aspecto acogedor y de tradicional calidez.

En la foto podemos ver una pequeña muestra de diferentes azulejos de algunos establecimientos, los hay nuevos y viejos.

La foto siguiente corresponde al Villa Rosa (plaza Sta. Ana), un bar de copas abierto en 1914, además de los vistosos azulejos de las fachadas, en su interior todavía conserva los originales de tipo andalusí.
Este bar tiene mucha historia, fue tablao flamenco, lugar donde los toreros realizaban otro tipo de "faenas" o el lugar en el que Pedro Almodóvar rodó algunas secuencias de Tacones lejanos.
Actualmente creo que vuelve a ser un tablao flamenco, no estoy muy seguro de ello.

Muchos son los turistas que abarrotan esta animada plaza, lugar de "marcha" nocturna y que suelen posar junto a los llamativos azulejos del Villa Rosa para hacerse una foto.