Dentro de muy poco será San Isidro, sinónimo de verbenas, limonás, sangrías y la clásica Feria Taurina de San Isidro, en la que habrá otro tipo de sangrías, las de los toros o las de algún torero, si Dios no lo remedia.
Parece ser que José Tomás, torero admirado e idolatrado por los aficionados a los toros, figurará en el cartel, pero no sólo él se llevará toda la atención de los medios, hay rumores de que los antitaurinos quieren hacerse notar más que nunca en esta feria, una de las más importantes del mundo.

Recientemente la asociación Equanimal protagonizó un espectáculo en la mismísima plaza de Las Ventas, varios espontáneos saltaron al ruedo portando carteles en los que se pedía la abolición de los toros, provocando el enfado del respetable que les pusieron finos.

Este año, como en años anteriores, se preparan nuevas protestas que, con toda seguridad, provocarán las iras de los defensores y de los detractores de la tauromaquia. Hay quien considera a la tauromaquia un arte y quien la considera simplemente una aberración.

La foto que ilustra la entrada está trucada, que nadie se piense que tengo pensado torear, no he ido en mi vida a una corrida de toros ni pienso hacerlo.