Durante este año en este blog han ido apareciendo varias entradas relacionadas con el Bicentenario de la Guerra de la Independencia, la mayoría vistas desde el lado español. La entrada de hoy es una vista desde el otro bando, el francés.

La invasión francesa tuvo para España un antes y un después, sin entrar en valoraciones sobre lo que supuso aquella invasión, lo cierto es que fue una victoria para Francia y una derrota para España.

Esta victoria la podemos ver reflejada en lugares tan simbólicos de Francia como la Iglesia de los Inválidos de París, donde reposan los restos de Napoleón. Allí, frente a su imponente sepulcro aparece una inscripción de la “Entrada en Madrid” como una más de las victorias de los galos.

Otro de los lugares emblemáticos de París en el que aparece Madrid, entre otras muchas ciudades españolas y del resto de Europa, en una extensa lista de victorias napoleónicas, es en el magnífico Arco del Triunfo que se levanta imponente en el corazón de París.

En uno de sus arcos aparece Madrid como se puede ver en estas fotos que hice el otro día aprovechando mi visita a París.

Dos caras de una misma moneda que, como en todos los conflictos de ayer, hoy y de mañana tienen dos visiones distintas, la de los vencedores y la de los vencidos.