They Shoot Horses, Don't They? Este era el título original de la película de Sydney Pollack y que aquí en España fue titulada "Danzad, danzad malditos". Esta impresionante película que transcurre durante la Gran Depresión, cuenta la historia de unas personas que se apuntan a un concurso de baile de resistencia para bailar durante días, desesperados por conseguir el premio y algo tan elemental como comida.En Madrid, en el año 1931, se organizó un concurso de similares características, más festivo pero no menos dramático que la película de Pollack.
Desde el 28 de noviembre al 28 de diciembre de 1931, ¡todo un mes! en el viejo Circo Price, se celebró el Campeonato Mundial de Baile, en el que se dieron cita más de treinta parejas de diversos países. El concurso no premiaba a los que mejor bailasen ni a las mejores piruetas, era simplemente un baile de resistencia, la pareja que aguantase más tiempo sobre la pista sería la ganadora.
Los concursantes tenían un descanso de 15 minutos por hora, que eran aprovechados para descansar, dormir y sobre todo para recibir algún masaje. En caso de que un miembro de una pareja no aguantase más, el otro podía seguir bailando en solitario, se les llamaba viudos, porque todos eran hombres y habían perdido a su compañera.
La pareja más resistente, la ganadora del concurso, recibiría un sustancioso premio pero, todos los concursantes también recibían dinero que el público entregaba a cambio de un baile. Si a un señor le hacía gracia una determinada pareja pues soltaba unos duros y los bailarines harían un baile en su honor. También los había que daban dinero a los que más agotados estaban, por el simple gusto de verles peder las pocas fuerzas que tenían, para el cachondeo del dadivoso. La mala leche es algo muy común en esta España nuestra.
La pareja ganadora del concurso fue la formada por Boby y Helin, unos franceses que estuvieron bailando sin parar durante 726 horas y se convirtieron en los flamantes ganadores de este concurso de baile de resistencia.
Los concursantes tenían un descanso de 15 minutos por hora, que eran aprovechados para descansar, dormir y sobre todo para recibir algún masaje. En caso de que un miembro de una pareja no aguantase más, el otro podía seguir bailando en solitario, se les llamaba viudos, porque todos eran hombres y habían perdido a su compañera.
La pareja más resistente, la ganadora del concurso, recibiría un sustancioso premio pero, todos los concursantes también recibían dinero que el público entregaba a cambio de un baile. Si a un señor le hacía gracia una determinada pareja pues soltaba unos duros y los bailarines harían un baile en su honor. También los había que daban dinero a los que más agotados estaban, por el simple gusto de verles peder las pocas fuerzas que tenían, para el cachondeo del dadivoso. La mala leche es algo muy común en esta España nuestra.La pareja ganadora del concurso fue la formada por Boby y Helin, unos franceses que estuvieron bailando sin parar durante 726 horas y se convirtieron en los flamantes ganadores de este concurso de baile de resistencia.
La foto de la izquierda no es la pareja ganadora, es una de las que participaron en el baile y destacaron por sus acrobacias y sus extraños bailes que, obviamente, duraron muy poco en el concurso.
Fotos: Crónica 1931
