Si vas a cualquier fiesta popular y le propones a alguien bailar un "schottische" lo más probable es que te digan es que no, que no saben bailar eso pero, si dices un chotis la cosa cambia y es que el chotis, antaño el schottische, es el baile más castizo y típico de Madrid, del que casualmente nunca he hablado en los casi cuatro años que tiene este blog, algo imperdonable.

El chotis o chotís es un baile de dudosa procedencia, se cree que su origen es escocés pero, para los escoceses es alemán y para los alemanes es escocés, lo cierto es que cuando se llegó a Madrid, todo el mundo lo llamaba "polca alemana" así que es probable que fuese de allí.

La primera vez que se bailó el chotis en España fue en tiempos de la reina Isabel II, un tres de noviembre de 1850, en una de esas fiestas de alto copete que se daban en el Palacio Real. Parece que este nuevo baile fue todo un éxito porque al poco tiempo de llegar, se convirtió en el baile más popular de Madrid. Se bailaba en verbenas, en todo tipo de fiestas e incluso las zarzuelas se apuntaron al chotis. Tanto gustó que hoy es el baile típico de Madrid.

Como todos los bailes de moda, los primeros en bailarlo fueron los primeros en olvidarlo, excepto las clases más humildes. A medida que el chotis se "popularizaba" iba evolucionando en un baile mucho más descarado, más "agarrao" y más gracioso. Lo mismo pasó con los instrumentos que hacían sonar la música, de la seria y elegante pianola con la que se tocaba al principio, se pasó al popular organillo que, según parece, tampoco es originario de Madrid, pese a que lleva aquí toda la vida, sus orígenes son sicilianos.

Posiblemente el chotis, además de un bonito baile, es una metáfora de lo que es Madrid y de como todo lo que pasa por nuestra ciudad se queda para formar parte de nuestra vida.

Si todavía no sabes cómo se baila el chotis, echa un ojo a este enlace y lúcete en la próxima verbena.