Un caluroso 26 de junio de 1878 moría en Madrid de una repentina enfermedad, la única reina consorte de España nacida en Madrid, Dña. María de las Mercedes, esposa de Alfonso XII.



Ya casi perdidas en el tiempo quedan los romances y coplas que narraban la apasionante historia de amor y la prematura muerte de esta reina que conmocionaron a la sociedad de aquella época. ¿Dónde vas Alfonso XII? o la popularísima copla de los maestros Quintero, León y Quiroga que interpretaron numerosas cantantes, nadie como Concha Piquer, la más grande de la copla, aumentaron más todavía el mito y la leyenda de este personaje.

María de las Mercedes nació en Madrid un 24 de junio de 1860. Era hija de Antonio de Orleans, duque de Montpensier, hijo del rey Luis Felipe I de Francia. Pasó gran parte de su vida en Sevilla, precisamente allí fue donde donde conoció a un joven de pobladas patillas, Alfonso XII, del que se quedaría prendada.

Desde un principio María de las Mercedes y Alfonso XII se sintieron atraídos el uno por el otro y pronto comenzó su apasionante historia de amor. La juventud de ambos y el hecho de que fuesen primos hermanos no fueron obstáculos para contraer matrimonio, casi podríamos decir que fueron los primeros novios de la realeza que se casaron por amor, algo tan de moda actualmente en las casas reales europeas. 

El pueblo de Madrid, en general, acogió con alegría a la pareja, eran jóvenes, guapos, regios y encima se les veía muy enamorados, algo que a la gente le gustaba y que en cierta medida les acercaba más al pueblo, les hacía más "humanos".

Cuando parecía que la joven pareja lo tenía todo, la desgracia llamó a la puerta, una repentina enfermedad se apoderó de María de las Mercedes. La casualidad quiso que enfermase justo a los cinco meses de su estado como reina consorte. No se sabe con seguridad cuál fue la verdadera enfermedad, se dice que fue por culpa del tifus, otros hablan de tuberculosis. La casualidad quiso una vez más, dar un toque dramático al suceso pues el 24 de junio de 1878 acababa de cumplir 18 años y el infortunio le trajo esta enfermedad. Precisamente el día de su cumpleaños lo pasó en cama con hemorragias y una fiebre alta.

Los médicos de la época le diagnosticaron “calentura esencial grave”. Le aplicaron todo tipo de remedios con la esperanza de que la reina consorte se recuperase lo antes posible, las medicinas y la juventud serían dos de los pilares en los que se apoyaban sus esperanzas. Dos días después de su cumpleaños, a las doce y cuarto de la mañana tras una larga agonía por unas fiebres altas que, posiblemente, se hicieron más penosas debido a las altas temperaturas que se produjeron en Madrid, más de 40 grados a la sombra, acabaron con la vida de la joven María de Las Mercedes.

La muerte conmocionó a toda España y muy particularmente a Madrid, las tiendas cerraron sus comercios, se organizaron misas en todas las iglesias, incluso las reclusas de la cárcel realizaron donativos para misas por el descanso eterno de la reina. La prensa de la época también se sumó al duelo dedicándole sentidos artículos en los que se narraba la agonía y el dolor que había invadido a todo Madrid y muy especialmente al rey, que destrozado por el dolor supo llevar el peso de la corona y del infortunio con entereza.

Los restos mortales de María de las Mercedes fueron llevados a El Escorial, allí estuvieron hasta su traslado a la Catedral de La Almudena donde reposan desde el año 2000. El motivo por el que sus restos están en la catedral son por la relación especial de la difunta reina con la Virgen de La Almudena y por deseo propio de Alfonso XII, impulsor de la construcción del templo madrileño. Otro de los motivos por el cual no fue enterrada en El Escorial fue que murió sin dejar descendencia.


Hoy podemos contemplar en una cripta en la capilla de la Virgen su tumba, una sobria losa de mármol con los escudos de armas y una leyenda que reza: María de las Mercedes, de Alfonso XII, dulcísima esposa.




Fuentes: Hemeroteca Nacional
Foto grabado: Ilustración Española y Americana