La violinista Patricia Argüelles sigue con su cautiverio buscando inspiración. Después de visitar su "jaula de cristal" estoy convencido de que conseguirá inspirarse para una composición. El ritmo de los semáforos y el paso de los coches pueden marcar el compás de su melodía, un compás que variará del día a la noche.
Sin duda las vistas que tiene a la Puerta de Alcalá son realmente bonitas, pero me pregunto ¿cómo llevará el ser observada día y noche? ¿podrá aguantar hasta el final?
Ella no es la única que está encerrada en una urna de cristal, a su lado hay un chirimbolo de publicidad en el que un maniquí luce palmito, supongo que el maniquí no tendrá problemas de claustrofobia.
Hace 4 semanas