En Map Magazine aparece un vídeo en el que, Karina, una chica extranjera, va a la Plaza Mayor en Navidad y se extraña de las cosas tan raras y poco navideñas que venden en algunos puestos.
Parece realmente asombrada ¡no es para menos! ¿qué pinta una máscara de mono o un vaso de broma en estas fechas? ¿y las pelucas?
Bueno, todo en esta vida tiene una explicación. Todos estos artículos de broma se venden porque el día 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, los españoles tenemos la costumbre de gastar una broma a todo aquel que se nos ponga a tiro, nadie se salva, ni la familia, ni los amigos ¡ni el jefe! La gracia está en gastar bromas inocentes, creíbles y simpáticas, los hay que se pasan y gastan unos bromazos que deberían estar tipificados en el Código Penal, pero eso no es lo habitual.
Esta es la respuesta a la extraña venta de artículos de broma en Navidad, respecto a lo de las pelucas sigo sin encontrar una explicación lógica, posiblemente tenga el mismo origen que el resto de los artículos de broma, pero con el tiempo han adquirido otros usos, misteriosos y de difícil explicación.