Esta plaza será durante este año uno de los lugares señalados en las conmemoraciones del Bicentenario del 2 de Mayo de 1808, ya que en este lugar se encontraba el Parque de Artillería de Monteleón.
En 1808 Madrid se encontraba ocupado por las tropas napoleónicas, la Familia Real había abandonado al pueblo y los madrileños, abandonados a su suerte, se levantaron en armas contra las tropas francesas.

En el levantamiento los madrileños, que no disponían de armas de fuego, tuvieron que luchar con lo primero que pillaban, una piedra, un tiesto, un cuchillo o cualquier otro objeto contundente, por este motivo muchos acudieron en masa al cuartel de artillería de Monteleón para aprovisionarse de armas para la lucha.
El cuartel de artillería se convirtió en el escenario de una encarnizada lucha en la que muchos madrileños murieron, entre ellos, el capitán de artillería Luis Daoíz y el oficial Pedro Velarde, protagonistas de esta heroica lucha, finalmente las tropas francesas ganaron la batalla y el cuartel pasó a manos de los franceses.

El Parque de Artillería de Monteleón fue derribado años más tarde, conservándose sólo el arco de la entrada principal, situado en el centro de la Plaza del 2 de Mayo. Debajo del arco está la estatua de Daoíz y Velarde, una obra escultórica realizada por Antonio Solá en 1822.
Inicialmente se encontraba en el Retiro, después en un museo y, finalmente, en 1869 en el sitio que se encuentra en la actualidad y en el que creo que debe estar.

Si nos fijamos en la escultura, veremos que uno de los protagonistas está con el brazo en alto, no es que esté entonando la Internacional, es porque en su mano portaba una espada, que hace ya bastantes años, fue robada por un vándalo y nunca más apareció.