El Casón del Buen Retiro, junto con el desmantelado Museo del Ejército, es una de las dos únicas construcciones que se mantienen en pie de lo que fue el Palacio del Buen Retiro. Los límites de aquel recinto palaciego, abarcaban todo el actual parque del Retiro y se extendían hasta casi el nuevo Ayuntamiento.

El Casón fue construido en 1637 y era el salón de baile del palacio. El aspecto exterior de estilo neoclásico no es el original, después de la ocupación napoleónica quedó muy dañado ya que la mayor parte del recinto palaciego quedó arrasado. Posteriormente se le añadieron nuevos elementos, como las fachadas y se hicieron varias reformas.
Una de las cosas que se mantienen, digamos que intacta, pese a las muchas restauraciones, son las pinturas de la bóveda, La Alegoría del Toisón de Oro, obra del magnífico pintor italiano Luca Giordano.

En el siglo XX, el Casón fue el primer hogar del Guernica de Picasso cuando volvió a España en 1981 antes de ser trasladado a su ubicación actual, el Museo Reina Sofía. Recuerdo la visita que hice cuando era un crío y fuimos con el colegio a ver al recién llegado Guernica, recuerdo los comentarios de mi profesor al ver que todos los niños mirábamos entusiasmados la bóveda de Giordano y pasábamos olímpicamente del Guernica, que a decir verdad, lo único que nos llamó la atención era el grueso cristal blindado que le protegía.

El Casón del Buen Retiro acaba de ser reinaugurado después de diez años de meticulosa reforma y restauración, precisamente, por este motivo, el Casón abre sus puertas de manera gratuita, hasta el 4 de mayo, de miércoles a domingo, para que el público pueda contemplar las magníficas pinturas de la bóveda.