El Monasterio y la iglesia de las Mercedarias Descalzas de la Purísima Concepción, conocido como el Convento de las Góngoras, están situados en la calle Luis de Góngora. La iglesia, pequeña y escondida, es una verdadera joya prácticamente invisible a los Madrileños.
La iglesia fue construida en 1663 por el arquitecto Manuel del Olmo con el patrocinio de Juan de Góngora, consejero de Castilla y en ella podemos encontrar una magnífica muestra del barroco madrileño.

La pequeña iglesia está aneja al convento, es realmente hermosa y se encuentra en un estado de conservación excelente. Consta de una nave central de crucero corto, rematada por una magnífica cornisa. Llama la atención la cúpula con pechinas y el hermosísimo retablo con las imágenes de la Inmaculada Concepción y, a los lados, las imágenes de dos monjas, Santa María de Cervellón a la izquierda y a la derecha, la Beata Mariana de Jesús, ambas figuras, además de la imagen de la Inmaculada concepción, realizadas por Juan Pascual de Mena, autor también de la famosísima fuente de Neptuno.

Junto a la iglesia se encuentra el convento de las Mercedarias Descalzas, conocidas como "las Góngoras" nombre que toman de su patrocinador, el anteriormente citado Juan de Góngora. La casualidad, o más bien debería decir, el absurdo, porque no lo sé con seguridad pero me temo lo peor, es que alguien puso a la calle donde está situada la iglesia el nombre del poeta y dramaturgo del Siglo de Oro español, Luis de Góngora. Sospecho que el nombre que debería tener la calle es el de Juan de Góngora no Luis de Góngora. Tampoco sé cuándo ocurrió este "desliz" imagino que hace unas cuántas décadas a juzgar por el escudo de Madrid que aparece en la placa que da nombre a la calle.

Para visitar la iglesia hay que tener en cuenta que se trata de una iglesia conventual por lo que los horarios suelen ser muy reducidos o bien limitados al finalizar las misas al público.

Iglesia de las Góngoras
Calle de Luis de Góngora 5
Metro: Chueca

Aprovecho para dar las gracias a las religiosas que, amablemente me permitieron fotografiar la iglesia pese a la inquisitiva mirada del señor cura.