En anteriores entradas hemos visto balcones con maniquíes, cantantes de jazz, estatuas helénicas... ahora nos encontramos con el balcón científico, con su anemómetro y otros aparatos para controlar el tiempo.
Imagino que el dueño del balcón cuando se encuentre con un vecino y se hable de lo típico, del tiempo, tendrá muy buenos motivos para hablar de él ¡y con todo lujo de detalles!