Después de unos chaparrones primaverales, el sol lució y con fuerza ayer por la tarde, una magnífica tarde primaveral para salir a disfrutar de los actos programados en la Noche de los Libros.
Este era el aspecto que tenía la Cuesta de Moyano a las siete de la tarde.
Ayer paseando por la ciudad, pude ver a muchas mujeres que iban con una flor y un libro, una bonita tradición típicamente catalana que, afortunadamente, gana más adeptos en Madrid.
Hace 3 semanas