6 Goya 6

Por EMNM | 5/01/2008 |

Esta tarde a las 18 horas daba comienzo la representación 6 Goya 6 que el Ayuntamiento ha organizado con motivo de las conmemoraciones del bicentenario del Dos de Mayo de 1808. El espectáculo comenzó en una de las puertas del Museo del Prado, allí hemos podido ver al mismísimo Goya en persona, milagrosamente curado de su sordera, es lo que tiene viajar en el tiempo, haciendo entrega de varios de sus famosos cuadros al alcalde de Madrid.

Un poco antes de las seis, el Alcalde llegó a las inmediaciones del Museo del Prado, curiosamente fue recibido con total indiferencia por parte de los que allí estábamos reunidos y eso que vino vestido con sus mejores galas, debe ser algo desagradable ir hecho un pincel y que nadie te diga nada, en fin.

El ambiente era festivo y extraño, muchos franceses, algunos de ellos con banderas de España, también he podido ver a españoles con alguna que otra bandera francesa, ¡esos afrancesados..!

A las seis y media el alcalde dio un discurso en el estrado preparado para el evento, un discurso que, una señora que tenía a mi lado calificó de “simplón” y de “mamarrachada” Parece ser que esta mujer esperaba algo más patriótico y menos festivo, pero ya se sabe, para gustos están los colores.

Después del discurso del alcalde subió Goya al estrado (foto superior) para dar su permiso para que sus cuadros se diesen un garbeo por la ciudad, como así fue.
Mas tarde hubo unas representaciones musicales y Goya y el alcalde partieron en una calesa tirada por caballos.

Un poco antes de la partida de Goya y del alcalde, se produjo un hecho muy curioso que provocó mucho cachondeo. Mientras estaban subiendo al camión el cuadro de la Carga de los Mamelucos, la orquesta que amenizaba el acto, se puso a tocar ¡la Marsellesa! Algunos soltamos una carcajada, un grupo de franceses se puso a cantarla y varias personas, entre ellas la señora mayor que había a mi lado y que dijo lo del discurso mamarracho del alcalde, estaba que trinaba, ¡era lo que le faltaba! Después de pasarse media tarde poniendo verde al alcalde, gritando vivas a España a los que nadie respondía, según ella, nadie respondía a sus vivas porque éramos todos unos sinvergüenzas, pues después de todo esto ¡le tocan la Marsellesa! Ignoro como pasará esta noche la señora, pero me lo imagino.





Pues esto es todo por hoy, mañana más y mejor desde uno de los lugares más importantes en las conmemoraciones de este bicentenario.