En este blog hablo de las cosas de Madrid que me gustan y que me llaman la atención, porque quiero a Madrid, es la ciudad donde nací y la ciudad en la que vivo, pero también tiene su parte negativa.
En Madrid hay cientos de cosas que me repatean, cosas que odio y que me encantaría erradicar, esta es una de ellas.

La foto está tomada esta mañana a eso de las 9, en la zona de Tribunal. En la foto aparece un señor del departamento de limpieza recogiendo los últimos restos de porquería dejada por cientos de niñatos que utilizan la plaza para beber y hozar en su particular zahúrda la noche anterior.

Posiblemente alguno que lea esta entrada se sentirá ofendido, sorprendentemente si criticas a la gente que hace botellón en la calle eres lo peor, pero así está el tema, es el mundo al revés.

Beber en la calle está prohibido, partiendo de esta premisa, no sé qué hace el Ayuntamiento que no acaba con esto de una vez.
Las toneladas de basura que tiran los festivos niñatos generan un gasto que pagamos con nuestros impuestos, crean molestias a los vecinos de la zona que no les dejan dormir y además, no es muy ecológico.

Parece mentira que las estadísticas digan que la juventud española tiene una gran sensibilidad ecológica mientras que todos los fines de semana dejan las plazas de determinadas zonas convertidas en estercoleros, no sólo por la basura que dejan, además por los orines ya que no tienen ningún problema en ponerse a orinar donde sea.

¿Alguien ha pensado en la imagen que damos a los que nos visitan? He viajado por muchas ciudades del resto de Europa y esta marranada sólo se ve aquí, bueno, y en otras ciudades españolas. También es cierto que no es algo autóctono, los extranjeros que nos visitan también se unen a la fiesta de los marranos comportándose de la misma manera.

La solución es bien sencilla, mano dura, si pagamos nuestros impuestos tenemos la obligación de exigir a nuestros gobernantes que apliquen las medidas necesarias para acabar con este tipo de cosas, ellos son tan responsables como los puercos que guarrean la calle. Si no lo hacen habrá que pedirles cuentas.