La catedral de la Almudena de Madrid no es la típica catedral que estamos acostumbrados a ver en otras ciudades españolas, por desgracia no es como la de León, la de Burgos, Sevilla o la de Santiago, a mí, personalmente, la catedral de Madrid me parece bastante simplona y… ¡por qué no decirlo! fea.

De la catedral y su historia podéis saber más en la estupenda entrada que hizo Didac el otro día.
Esta entrada trata de otra parte de la catedral, de una parte que antes de que finalizasen las obras de la catedral era muy visitada y hoy, con la catedral terminada está prácticamente olvidada, se trata de la cripta.

La cripta de la catedral es una de las más grandes y robustas de toda España. Lo que más llama la atención es su estilo neorrománico y su robustez. Se colocó la primera piedra el 4 de abril de 1883 y fue abierta al culto el 31 de mayo de 1911.

La cripta cuenta con 415 columnas monolíticas y llama la atención que todos los capiteles son distintos.
Otra de las cosas que llaman la atención son las vidrieras que se encuentran en las capillas, son de estilo clásico y relativamente modernas, del siglo XIX.

La joya de la cripta es un cuadro que data de 1083, es el cuadro de la Virgen de la Flor de Lys. Se trata de una de las imágenes marianas más antiguas de Madrid. Se cree que fue mandada pintar por el rey Alfonso VI después de la reconquista.
Hay quien afirma que el rostro de la Virgen es el de la esposa de Alfonso VI, Doña Constanza, hija del rey Enrique I de Francia, de ahí que tenga en sus manos una flor de lys.

Cripta de la Almudena
Calle Mayor, 92

Entrada gratuita.