Frente a la cripta de la catedral de la Almudena se encuentra un parque llamado Parque del Emir Mohamed I, en él podemos encontrar una de las más injustas aberraciones de Madrid, unas ruinas olvidadas, maltratadas y descuidadas que pertenecen a la muralla medieval de Madrid.
No importa que se trate de una parte de la muralla musulmana más antigua de Europa, ni que sea del siglo X, ni que, para colmo de los colmos, esté dentro de un parque público que está cerrado al público. Este vestigio de nuestra historia se encuentra prácticamente abandonado por el Ayuntamiento.
Estos restos, que bien podría ser un centro de interpretación o un pequeño museo de los orígenes de Magerit (Madrid), sirve de alojamiento medieval para algunos indigentes e inmigrantes y carece de la más mínima vigilancia.
¿Cómo es posible que el Ayuntamiento se endeude hasta las cejas en proyectos estupendos pero que olvide totalmente este yacimiento arqueológico en pleno centro de Madrid?
No es la primera vez que se hacen denuncias en diferentes medios de comunicación criticando el total abandono de estas ruinas, pero, incomprensiblemente, nadie pone remedio.
Podemos hacer nuevos edificios, nuevos monumentos, pero, lo que no podemos hacer es recuperar edificios desaparecidos. Si no queremos que estas ruinas sean parte de la inmensa lista de construcciones históricas desaparecidas deberíamos actuar ya.