A poco más de cinco kilómetros de la localidad madrileña de Villa del Prado, se encuentra Alamín, un pueblo fantasma que estuvo habitado hasta hace unas décadas.

De este pueblo circulan por la red infinidad de historias que hablan de apariciones espectrales y otros fenómenos tan poco creíbles como avistamiento de ovnis. Lo cierto es que visitar este pueblo resulta una experiencia curiosa.

El Alamín es una pedanía fundada por el Marqués de Comillas, el pueblo fue construido en los años cincuenta y en él, la mayoría de sus habitantes se dedicaban a tareas rurales.

En los años ochenta el pueblo empezó a ser despoblado hasta que a principios de este siglo lo abandonó la última familia que habitaba allí.

El pueblo es de propiedad privada y está prohibido entrar en el. Se encuentra en un estado de ruina progresiva y puede ser peligroso adentrarse en los edificios.

Pese a las prohibiciones muchos adolescentes se dan cita allí para hacer botellón y hacer grafitos en los muros de las casas. Parece ser que más de uno también va para hacer sesiones de oui-ja y ritos satánicos.

Todas las casas del pueblo son prácticamente iguales, excepto los edificios públicos, como la iglesia, que es uno de los sitios que, por su simbología, es de los más visitados para realizar profanaciones y supuestos ritos satánicos que, a juzgar por las pintadas no son más que una burda profanación.
En esta foto vemos como se encuentra el estado de la pila bautismal y el altar.

Este es el aspecto de algunas de las casas de Alamín.

Como ya he dicho antes, las casas amenazan ruina y días ventosos como hoy hacen de este lugar un sitio bastante peligroso, además de sonoro, las puertas y ventanas que todavía se conservan, se abren y se cierran solas con gran estruendo, dando al pueblo un aspecto realmente siniestro como se puede ver en este vídeo.

El Alamín es visitado en numerosas ocasiones por un club de airsoft, un juego similar al paintball, sólo a ellos les está permitida la entrada al pueblo, si vas por tu cuenta has de saber que puedes ser denunciado a la Guardia Civil.