Un día de Todos los Santos como hoy pero de 1755, nuestros vecinos portugueses sufrieron los efectos de un devastador terremoto que por poco borra del mapa la ciudad de Lisboa y que se pudo sentir con gran intensidad en gran parte de España y del resto de Europa.

El riesgo sísmico en Madrid es prácticamente nulo pero este gran temblor en las costas de Portugal provocó daños en la ciudad, algunos con trágico resultado.

A las 10 de la mañana del 1 de noviembre de 1755 Madrid tembló como no lo había hecho antes, se notó más en los edificios construidos con los típicos sillares de granito y las construcciones elevadas. Varios fueron los destrozos ocasionados, sobre todo por la caída de elementos decorativos de algunas fachadas, como un ángel de piedra que había en lo alto de la Cárcel de la Corte. Lo dramático fue la muerte de dos niños que murieron por el impacto de una cruz de piedra que se desprendió de la desaparecida Iglesia del Buen Suceso de la Puerta del Sol.

Los madrileños de la época se llevaron un susto de muerte, jamás habían vivido una experiencia de este tipo. Para protegerse de futuros terremotos y para dar las gracias de no haber sufrido daños mayores, se hicieron votos para que todos los 13 de noviembre se hiciese una procesión que, desde hace infinidad de años ya no se hace.


Imagen: Noaa