
Los gélidos inviernos hacen que en Madrid sea muy difícil disfrutar de un paseo entre naranjos, limoneros y otras especies más propias de otras regiones españolas. He dicho que es difícil pero no imposible.
En el parque Juan Carlos I podemos darnos un paseo entre naranjos y disfrutar del olor del azahar, además de otras especies exóticas, en la Estufa Fría.
La estufa fría es una estructura que, gracias a su diseño, sin necesidad de generar calor y sin gasto alguno de energía, crea un microclima propicio para el cultivo de plantas que, por las características del clima de Madrid, sería imposible cultivar en nuestros jardines.


Es un desconocido y curioso lugar que merece la pena visitar, más en estas fechas en las que el frío nos hace pensar en exóticos y cálidos lugares llenos de palmeras.