Al inicio de la primavera, hay parques madrileños que son de visita obligada, el primero de ellos es La Quinta de los Molinos, en él cientos almendros nos avisan de la inminente llegada de la primavera con sus millones de flores olorosas, quizás... demasiado olorosas. Después, hay que visitar el Real Jardín Botánico, que es ahora cuando comienza a despertar de su letargo invernal.

Las primeras flores que podemos encontrar son las de los llamativos narcisos, junto a los muscari, jacintos, crocus, iris e infinidad de plantas bulbosas que con su efímera floración, nos dicen que ya es primavera. Estas flores duran poco más de una semana así que si no las ves ahora, olvídate de ellas hasta el próximo año, son así, bonitas pero puñeteras.

También los árboles frutales están ahora en plena floración, como el ciruelo de la foto superior.

El Botánico cuenta con unos grandes invernaderos en los que podemos encontrar infinidad de plantas divididas en varias secciones, la desértica y las tropicales, muchas de ellas también están ahora en plena floración.

Si no fuese por estas primeras flores, estos días el botánico se vería un poco triste porque, la mayor parte de los árboles todavía no han echado las hojas, por ahora, es cuestión de tiempo pero, hay algunos que mantienen sus hojas todo el año, como las variedades de eucaliptos, que son de hoja perenne, y que podemos encontrar en la pequeña y, en mi opinión, mal representada sección de Oceanía.

Una de las plantas estrella de estas fechas son los camelios, que están ahora en plena floración, cubiertos de flores y que, incluso comienzan a cubrir el suelo con flores muertas.

Pero no todo son plantas y flores, durante este mes, en el Pabellón Villanueva, está la exposición "Biosfera Fuerteventura", que más parece una campaña publicitaria sobre la isla canaria. La muestra está dedicada a los atractivos naturales de la isla, que son muchos y fascinantes.
La exposición pretende dar a conocer la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura y la Senda de los Cetáceos. Esta iniciativa se enmarca en un interesante proyecto de colaboración entre el Cabildo de Fuerteventura y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Además de fotos e información, podemos ver de cerca un par de esqueletos de unos cetáceos típicos de las aguas canarias, un calderón y una ballena rorcual, que no hace mucho tiempo apareció muerta en las playas de Fuerteventura.

El buen tiempo, las flores y los esqueletos de los cetáceos son una buena excusa para darte un paseo por el Jardín Botánico.