En la calle de San Bernardo se encuentra un precioso templo dedicado a la Virgen de Montserrat, que ocupan los monjes benedictinos de Santo domingo de Silos en condición de priorato.

El monasterio y la iglesia se empezaron a construir por orden del rey Felipe IV para acoger a los monjes benedictinos expulsados de Cataluña.

En 1668 Sebastián de Herrera trazó el proyecto del templo pero al morir en 1671 las obras continuaron a cargo de Gaspar de la Peña.

En 1716 Pedro de Ribera levantó la preciosa torre barroca del Evangelio, una torre de chapiteles bulbosos poco frecuentes en el barroco madrileño.

En el interior de la iglesia, en el altar mayor podemos encontrar una réplica de la Virgen de Montserrat atribuida a Manuel Pereira.
También hay un llamativo Cristo, el Santo Cristo de Burgos que es una réplica del original que se encuentra en la catedral de Burgos.
La talla original es una talla articulada hecha con cuero y pelo natural. La copia es bastante impresionante así que la original debe ser muy llamativa.

En 1836 con la desamortización de Mendizábal y la supresión de las órdenes religiosas masculinas, el monasterio tuvo un nuevo uso, se convirtió en una cárcel de mujeres. La cárcel, conocida como La Galera fue la primera cárcel de mujeres de Madrid.

Unos años después, el monasterio volvió a ser lo que fue en su día, un monasterio que acogió a personajes tan misteriosos como la Monja de las Llagas.
Ya en el siglo XX el monasterio empieza una nueva resurrección y en 1914 es declarado Monumento Nacional.

Poco duraría este nuevo renacer, con la llegada de la II República la iglesia se convierte en una sala de baile. Después vino la Guerra Civil que no sólo hizo mella en el templo y el monasterio, también en sus ocupantes, cuatro de ellos fueron asesinados y convertidos en mártires de la Iglesia Católica que actualmente están a la espera de su beatificación.

En 1954 con la firma un decreto por el que se devuelve el usufructo de Montserrat de San Bernardo a los benedictinos.
Después de tantas vicisitudes, hoy el templo vive un tiempo de paz a cargo de los monjes benedictinos de Santo domingo de Silos, espero que por muchos años.


Benedictinos de Montserrat
San Bernardo, 79