De las fuentes que ornamentaban el Salón del Prado, la más conocida es la de Cibeles, seguida por la de Neptuno, pero la gran desconocida, incluso por los propios madrileños es la fuente de Apolo que se encuentra en el Paseo del Prado entre las fuentes de Cibeles y Neptuno.
Apolo era uno de los dioses más importantes de la antigüedad y muy polifacético ya que era el dios de la belleza, del fuego, la música o las artes.
La fuente de Apolo se empezó a construir en 1780 por orden de Carlos III, fue diseñada por Ventura Rodríguez y realizada por Manuel Álvarez y Alfonso Bergaz quien la concluyó en 1803.
A diferencia de las fuentes de Cibeles y Neptuno, la de Apolo está construida con una piedra más humilde, con piedra de Redueña, una población cercana a Madrid.
La fuente consta de dos pilones, en el centro de ellos se alza un gran pedestal adornado con las conchas de Venus y con el escudo de Madrid, además de cuatro figuras femeninas que representan las cuatro estaciones, nombre por el que también es conocida esta fuente, las Cuatro Estaciones.
En lo más alto del pedestal se encuentra la estatua de Apolo, medio desnudo y con una lira bajo el brazo.
Como ya he dicho antes, la fuente de Apolo es poco conocida, pero no la más desconocida de las fuentes en honor a dioses mitológicos que hay en Madrid.
Uno de los motivos por el que la fuente pasa desapercibida es por la gran arboleda que le rodea, grandes árboles que prácticamente ocultan la fuente, sobre todo la rama de un árbol cercano que prácticamente le tapa la cara al pobre Apolo. No sé si esta desmedida masa arbórea que le oculta es obra de Cibeles que le tiene un poco de envidia o es por la dejadez del Ayuntamiento, me temo que es por esto último.
Fuente de Apolo
Paseo del Prado, s/n.
Hace 4 semanas