Posiblemente el monumento más abandonado e ignorado de Madrid es el Arco de la Victoria y no es porque se trate de un monumento pequeño o por pasar desapercibido, es por las connotaciones políticas que tiene el monumento.
El arco fue construido en la primera mitad de los años cincuenta, mide 38 metros y se construyó en conmemoración al vigésimo aniversario del levantamiento militar contra la República.
Esto le convierte hoy en día en uno de los pocos símbolos de la dictadura franquista que quedan en Madrid. Posiblemente su tamaño sea el motivo por el que sigue en pie.
Lo que muy poca gente sabe es que en su interior, dividido en ocho plantas, hay un archivo de la Ciudad Universitaria, una inmensa maqueta de la misma y planos del proyecto y construcción del arco.
En sus orígenes se pretendía hacer un museo en su interior pero por diversas razones, nunca se llegó a inaugurar.
El arco se encuentra en la zona de Moncloa, en una zona que recientemente han remodelado pero una vez más dejando a un lado el arco. Parece que nadie se atreve a darle un uso por miedo a ser tachado de fascista. Posiblemente pasarán cien años y nadie se ocupará de él, hasta que un día, la cuadriga que le corona le caiga a alguien en la cabeza.
En estos últimos años, algunos grupos políticos de izquierda han hecho algunas propuestas para cambiar de nombre al arco, como por ejemplo Arco de la Concordia, también han pedido que se retiren las inscripciones que aparecen en el frontispicio del arco, escritas en latín como la que aparece en la foto.
Fundada por la magnificencia regia y restaurada por el Duce (caudillo) de los españoles, la sede de los saberes de Madrid florece ante la mirada de Dios.
No sé cuánto tiempo seguirá en este estado de abandono, pero hasta que alguien tenga la magnífica idea de darle un uso, ahí seguirá, decadente, como un gran símbolo de algo de lo que nadie se acuerda ya.
Hace 3 semanas