Desde hace bastantes años, hemos sido muchos los madrileños que nos hemos quejado por el lamentable estado en el que se encontraba el Parque del Emir Mohamed I, que está situado junto a la Catedral de la Almudena. Allí se encuentra uno de los restos de la muralla árabe de Madrid, no son los únicos, hay otros restos de murallas en diversos puntos de la ciudad, tanto árabes como cristianas. Digo que no son los únicos pero sí son, por ahora, los más importantes. Finalmente la lógica se ha impuesto y hoy el parque presenta un nuevo aspecto gracias a una profunda rehabilitación.

Antes de entrar a valorar las obras, hay que saber lo que tenemos allí. Tenemos restos de una muralla árabe del siglo IX, de 120 metros de longitud y 2,50 metros aproximadamente de ancho, construida con sillares de piedra caliza, sílex y mampostería.

Antes de la rehabilitación de la zona, junto a la muralla se podían ver restos de estancias realizadas en ladrillo. Estos restos eran los sótanos de los desaparecidos palacios de Castroserna y Malpica. Como en otros muchos lugares de España a lo largo de la historia, las murallas se utilizaron como cantera de piedra y como cimientos de edificaciones posteriores.

La rehabilitación

El coste de las obras de rehabilitación supera el millón de euros, se ha pavimentado la explanada que hay junto a la muralla y ajardinado la zona con vegetación típicamente mediterránea. En el centro de la explanada han colocado una fuente de azulejo de estilo árabe que, es bonita pero, a mi juicio, se aleja mucho de la visión histórica del lugar, ni estamos en la Alhambra ni es el Generalife.

Los restos de los sótanos de los palacios de Castroserna y Malpica han sido rellenadas con grava, creo que es la mejor opción, así se conservan y se oculta un elemento ajeno al entorno, claro que también podrían haberse utilizado para otros fines, tanto lúdicos como comerciales.

En torno al parque han colocado varios paneles informativos, así como una maqueta del Madrid medieval y sus murallas, algo necesario para comprender nuestro pasado pero mucho me temo que algún animal de dos patas se encargará de llenarlas de pintadas, gente con la cabeza hueca la hay en todas partes.

En general, el resultado de las reformas ha sido bastante bueno, sólo una pega, además de la fuente de la que he hablado antes, ¡las farolas! Ahora que en todo Madrid están desapareciendo las farolas de estilo fernandino, que tan bien quedaban en zonas como el Paseo del Prado, las han colocado en este parque donde no pegan ni con cola.

Espero y deseo que las autoridades sigan realizando proyectos de conservación como este y que nunca más se vuelva a dejar caer en el olvido los restos de nuestro patrimonio histórico. Hablando de olvidos, a escasos metros de este lugar, se encuentra una misteriosa cripta de la que no se sabe nada, sólo su existencia, unos curiosos planos y las sospechas de ser una edificación de origen visigodo. A ver si se da un poco de vidilla a este asunto porque somos muchos los que estamos deseando saber qué hubo allí.