Desde el siglo XV al XIX la Cava Baja fue una de las calles en las que se hospedaban los comerciantes y los emigrantes que venían a Madrid para hacer fortuna, precisamente por este motivo, en la Cava Baja surgieron muchos establecimientos para alojar a estos comerciantes y visitantes, unos albergues conocidos con el nombre de posadas.
La mayor parte de estas posadas hoy han desaparecido, como la posada de Vulcano, la de Las Ánimas, el Pavo Real o la de San Isidro. Actualmente, si pasamos por esta calle podremos ver dos de estas posadas que todavía conservan el nombre en el dintel de sus puertas, son la de El León de Oro y la Posada del Dragón.
La Posada del Dragón se encuentra en el número 14 de la Cava Baja, fue destinada al alojamiento de huéspedes en 1868 y fue llamada así en honor a un dragón que había esculpido en la desaparecida Puerta Cerrada.
Se podrían escribir mil libros con las historias que guardan los muros de esta vieja posada, incluso una de un fantasma que dicen que habita allí desde hace tiempo.
En octubre de 2009 la Posada del Dragón abrirá sus puertas, pasará de ser una modesta posada abandonada a un pequeño hotel boutique de diseño vanguardista.
La Posada del Dragón tendrá 16 habitaciones en las dos plantas superiores y tres en la primera planta, además de un pequeño restaurante y un bar en el que podremos tomar un café o una copa en una de las posadas con más solera de todo Madrid.
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